Alba López, Técnica ZING Mentoría, Área de Empleabilidad

La cuestión de las competencias es actualmente un tema destacado tanto en el ámbito educativo como en el empresarial. La conexión efectiva entre estos dos sectores contribuye a la preparación de los jóvenes para enfrentar los retos del mercado laboral y mejorar sus perspectivas de empleo. El propósito de este artículo es identificar las disparidades y semejanzas entre ambos ámbitos, estableciendo un marco teórico para el desarrollo y un plan de intervención colaborativo, centrándose metodológicamente en programas de mentoría como complemento a los modelos socioeducativos.

El enfoque teórico se construye a partir de dos conceptos fundamentales: las competencias educativas y las competencias laborales.

En el ámbito educativo, la LOMLOE distingue dos tipos de competencias: básicas y específicas, reflejadas en el nuevo currículo. Se definen como competencias clave aquellas necesarias para la realización y desarrollo personal, la empleabilidad, la integración social, el estilo de vida sostenible, el éxito en sociedades pacíficas, el modo de vida saludable y la ciudadanía activa (Recomendación del Consejo de la UE, 2018). Estas competencias se desarrollan a lo largo de la vida, abarcando la infancia, la edad adulta y se adquieren a través de aprendizaje formal, no formal e informal en diversos contextos, como la familia, el trabajo y la comunidad (LOMLOE, 2020).

En el ámbito empresarial, las competencias laborales se definen como la aplicación de conocimientos, habilidades y comportamientos en el desempeño laboral. Se dividen en competencias básicas, que incluyen habilidades intelectuales, actitudes y elementos no cognitivos, y competencias específicas, relacionadas con conocimientos adquiridos mediante formación.

Influencia del entorno y contexto

El contexto en el que nace y se desarrolla un individuo desempeña un papel crucial en el desarrollo de sus competencias. Bronfenbrenner propone el modelo ecológico, que ilustra cómo diversos sistemas afectan al individuo, desde el microsistema (familia, escuela, grupos de amigos) hasta el macrosistema (creencias culturales y valores).

En el caso de los jóvenes beneficiarios del programa Zing, que provienen de un contexto vulnerable, enfrentan desafíos adicionales en su desarrollo. El programa ofrece una beca económica para continuar estudios superiores y recursos complementarios, como orientación vocacional, mentoría socioeducativa, inserción laboral y una red de más de mil trescientos jóvenes en situaciones similares. Estas medidas están diseñadas para ayudar a los jóvenes a romper el ciclo de la pobreza mientras se promueve el desarrollo de competencias.

Mentoría socioeducativa

La mentoría desempeña un papel crucial en el programa Zing, ya que facilita la creación de vínculos con los jóvenes, no solo con el mentor, sino también con el equipo encargado de supervisar las relaciones. Esto asegura la calidad de las interacciones, fomentando la cohesión social, el desarrollo competencial y el bienestar emocional mediante encuentros individuales y actividades culturales grupales.

En conclusión, es fundamental destacar la búsqueda de rigurosidad del proyecto mediante la creación de instrumentos evaluativos para medir el impacto real de estas relaciones. Esto permite extraer conclusiones cualitativas de esta metodología con múltiples posibilidades.

 

 

  • Echeverría, B., Isus, S., Martínez, M.P. y Sarasola, L. (2008). Orientación profesional. Barcelona: UOC.
  • Linares, E. T., Vilariño, C. S., & Villas, M. A. (2002). El modelo ecológico de Bronfrenbrenner como marco teórico de la Psicooncología. anales de psicología, 18.
  • LOMLOE. Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre. (2020). FlippingBook. Recuperado 29 de abril de 2023, de https://documentos.anpe.es/ANPE_LOMLOE/